CÁSTOR y CÁLUM

Cálum Cástor

Estos dos potritos perdieron a sus madres, en El Figaró y estuvieron solos intentando sobrevivir

durante un período en el que normalmente son las madres las que proveen de alimentos y cuidados a sus crías.

Hay una zona amplia y montañosa , que linda con fincas particulares por donde deambulan caballos, yeguas y potros que siguen reproduciéndose porque nadie los controla y hay sementales en la manada. Como tampoco tienen comida y agua; simplemente van recorriendo caminos y de vez en cuando entran en las propiedades privadas.

Entonces nos llaman para que los recojamos.

Así han llegado muchos al Refugio, todos con muchas carencias provocadas por la falta de nutrición, parasitados externa e internamente y generalmente con golpes y heridas.

Cuando te llaman para decirte que hay que recoger dos potros, imaginas lo peor, que es lo que suele ocurrir, un par de potros grandes, sexualmente activos que será muy difícil entrar en el remolque y habrá que llevar a un hípica para tenerlos hasta que los castren y les bajen las hormonas.

En este caso eran muy pequeños, unos 6 meses pero tenían la contextura física de un
potro de 2 meses. Y uno de ellos ( CÁLUM) estaba muy débil y apenas conseguía mantenerse de pie.

Meses más tarde con los cuidados adecuados, podemos ver como han cambiado.

Yo soy muy pesada, porque siempre recuerdo que "los cuidados adecuados" sólo significa, agua a disposición,

forraje y si son muy activos un poco de pienso). Claro que también, desparasitarlos regularmente, vacunarlos y cuidarles la piel y los cascos (¿qué menos que esto, pueden ser unos cuidados adecuados para los caballos?)

Meses más tarde, aún con el pelo de invierno, podemos ver el cambio espectacular, les llamamos

los gemelos, siempre juntos , comiendo, jugando, haciendo travesuras.

Cuando llega la primavera y pierden el pelo de invierno les encontramos hechos unos potros maravillosos, Cástor igual que al llegar, confiado y con ganas de estar recibiendo mimos e interrelacionando con los humanos. Cálum más independiente y a su aire.

Yo estoy convencida que los caballos no disfrutan solamente cuando está sueltos en manada

Esa imagen idílica de los caballos galopando por las praderas con las crines al viento.

Creo que los cuidados personales, el trato con una persona de referencia, la preparación tranquila y rutinaria para salir a montar, el paseo el trote y galopar cómodamente, con la silla adecuada a la espalda del animal, sin estrés, en comunicación caballo-jinete y con el entorno, es una de las experiencias más gratificantes para ambos.

Y luego la ducha y pastar tranquilamente.

Cástor fue adoptado primero, los gemelos tuvieron que separarse.

Pero Cálum encontró en Fábel (otro potrito de historia desgraciada, un compañero de juegos.

Hasta que también fue adoptado.

Aquí les vemos a los dos:

Cálum y Fábel

Y ya en familia en casa de Paula vemos a Castor en grupo, con otro caballo también adoptado

Rocky.

Y trasladándonos a otra familia vemos a Cálum , luego de la adopción