lunes, 1 de diciembre de 2008

30 ÉQUIDOS- 1ª parte

Como siempre las denuncias de los vecinos por caballos en mal estado en un cercado muy pequeño del Valles Oriental, nos pusieron sobre la pista.

Fuimos a confirmarlo y al verlos tan delgados, decidimos comenzar a llevarles heno, alfalfa y pienso para caballos, dos veces por semana mientras prosperaban las denuncias en el Ayuntamiento.

Eran aproximadamente unos 27 entre yeguas, potros, ponis y burros.

Fue nuestro primer decomiso de tantos caballos y el deseo de darles de comer y ocuparnos de ellos nos hizo olvidar hacerles fotos, en ese momento.

El dueño no estaba muy bien mentalmente, tenía fuera del cercado balas de paja y recolectaba hierba fresca en los campos vecinos que luego amontonaba delante del vallado…sin dárselo a los animales, llovía… la hierba fermentaba y se pudría.

Por fin salió la orden del decomiso.

Como era imposible entrar en el Refugio tantos animales, alquilamos un campo a un hombre de un pueblo vecino y un día antes del decomiso, nos dedicamos a cerrar todo el terreno con “cinta de pastor eléctrico” para intentar que los caballos no se dispersaran. En ese momento no sabíamos que estos animales no respetarían las cintas pues nunca habían estado en este tipo de cercado.


Irma y Josep Lluis curando a ARUM


Habíamos programado también para el mismo día, una vez que los animales estuvieran allí, que vinieran todas las personas que querían adoptar que teníamos apuntadas, para elegir el o los caballos que tenían en mente y se los llevaran a su casa directamente.

Era imposible hacer las visitas previamente…las haríamos después.

No queríamos que quedaran caballos allí por la noche….estaban muy cerca del lugar donde los habíamos confiscado y en los pueblos “las noticias vuelan”

Fue un trabajo agotador. Entre conseguir los adoptantes, vallar el terreno, recoger los animales y las posteriores adopciones vivimos 4 días de 12 y 14 horas de trabajo ininterrumpido.


Improvisación, buena voluntad y mucha entrega caracterizaron esos días.


"Chiara" preñada de 4 meses.


El día “D”

El día del decomiso nos encontramos con 30 équidos, entre ellos un potrito de una semana de vida.

Animales totalmente salvajes, que no habían sido tocados ni acariciados por nadie y que ni siquiera soportaban que nos acercáramos un poco.

Estaban todos juntos en plan defensa…o echaban a correr saltando arbustos y todo lo que encontraban por delante, incluso 4 o 5 se escaparon en un momento de distracción de la persona que cuidaba la puerta del vallado por donde los sacábamos.

Al rato volvían a juntarse con la manada.

Fue una verdadera odisea a pesar de que éramos muchos, conseguir llevarlos a los camiones.

¡Qué mañana tan ajetreada!, corríamos sin conseguir nada o llegaba el ex - propietario y nos amenazaba y teníamos que refugiarnos al lado de los chicos de Protección Civil que se volcaron en ayudarnos…y luego a seguir intentando poner las cabezadas a esos caballos que no entendían que los llevábamos a un lugar mejor.

Al fin a los últimos que quedaban los guiamos en manada y conseguimos que subieran al camión eso si poniendo los coches de la policía a los lados de la rampa para que no se escaparan por allí.


Ada y Lince (1 semana)


Desde allí marchamos todos todos hacia el campo que habíamos preparado en el pueblo vecino.

Las personas que habían venido a adoptar elegían, hacíamos contratos, controlábamos la situación como podíamos y poco a poco se fueron llevando los caballos…si conseguían cogerlos…porque había un potro al que todos querían y nadie podía con él….vimos pasar dos o tres veces algún muchacho haciendo esquí sobre tierra y ramas, arrastrado por un potro salvaje.


Al final de ese día nos quedaban sólo 7 potros (una con una importante deformidad) y 2 ponis sin adoptantes, que se quedaron a pasar la noche allí porque los camiones ya se habían ido... S.C.


"Calitja" la potra con su posterior deforme
Continuará....


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