Al día siguiente cuando llegamos a primera hora vimos que nos habían robado los 6 potros, solo había quedado una potrilla con una grave deformidad en un posterior que seguramente se iba a tener que sacrificar. (Pero esta es una historia que contaré más adelante para no romper la narración.)
Por lo que una de nosotras se quedó allí y las otras empezaron a recorrer caminos y casas para encontrarlos.
Stella y María los vieron a 4 kilómetros, dentro de un caserío con personas de apariencia bastante desagradable.
Y armándose de valor entraron Stella como “Veterinaria Jefa” les conminó a devolverlos y accedieron, no tuvimos que llamar a la policía.
Increíble, eran potros cerriles, que no se dejaban ni tocar y sin embargo esta gente les había afeitado las crines y cortado las colas al ras, para que no se pudieran identificar.
Entonces llegó el camión y desde allí mismo nos los llevamos al Refugio.
Grupo de potros "entretenidos" comiendo
Al llegar allí al transportista no se le ocurrió nada mejor que abrir la rampa arriba del camino al lado de la carretera y dejarlos bajar en tropel hacia el río….Dios!! bajaron a todo galope rompiendo las cintas de los cercado y revolucionando la manadas de caballos que viven allí, hasta llegar a un trozo de terreno donde se relajaron y comenzaron a pastar. Como no había otro sitio para colocarlos, fueron rápidamente a buscar unos rollos de malla para improvisar un cercado donde pudieran quedarse con un poquito de seguridad. Mientras María por un lado y yo por otro con varillas en las manos los manteníamos en ese terrenito.
Estaban cansados y decidieron que era mejor no seguir haciendo travesuras, por lo que cuando estuvo hecho el cercado, Leonor les puso comida y allí estuvieron 2 o 3 meses hasta que fueron dados en adopción.
"Calitja" en la clínica recién operada
La historia de “CALITJA” (Neblina)
Cuando estábamos todas reunidas esperando el camión que nos llevaría al refugio, el aire estaba denso y nadie se atrevía a decir nada, porque en ese momento debíamos tomar la decisión de llamar a la veterinaria para que viniera a sacrificar a la potra de la deformidad.
y cuando decidimos llamarla Irma, una del grupo, que tenía la cabeza entre los brazos, como si estuviera descansando…levantó la mirada turbia por el llanto, debido a la pena que le daba esa potrita, tan joven para quien que la hubiéramos rescatados en vez de ser una salvación era una condena, y nos demostró que su fortaleza externa era ternura por dentro.
Stella compadecida ante el dolor de Irma, averiguó si era posible operarla y le propuso a Irma que ella pagaría la operación pero Irma sería su adoptante y la cuidaría
Así “Calitja” salvó la vida y aunque la operación fue muy difícil, y la recuperación muy larga, por las fotos podemos ver que quedó muy bien…tanto que Irma tres años después, la ha montado alguna vez para dar un corto paseo.
"Calitja" en casa de Irma, totalmente curada
30 équidos que han seguido caminos diferentes y que aunque algunos se nos han quedado por el camino otros siguen siendo cuidados y queridos por quienes les brindaron un nuevo hogar. S.C.
FOC" uno de lospotritos, en su casa, disfrutando en la nieve.
"BLUE y BRANDY" jugando en el bosque
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