lunes, 1 de diciembre de 2008

INKA Nunca más

El 8 de noviembre del 2006, recibimos una llamada del SEPRONA avisándonos que en el municipio de PIERA era urgente la recogida de un caballo en muy mal estado.
La urgencia de la llamada, nos preocupó pues aunque acostumbran a ponerse en contacto con nosotras, no suele ser muy frecuente, que sea para una intervención “ya”, por lo que c
ontactamos rapidamente con un transportista y lo enviamos a recoger el animal. Por teléfono ya nos daban las primeras malas noticias: era una yegua en el último estadio de desnutrición y no apoyaba un posterior en el suelo. Temiendo lo peor solicitamos al veterinario que estuviese presente en el momento de la llegada de la yegua. Cuando esta se produjo nuestros temores se confirmaban.

La yegua, una preciosidad de solo 6 añitos, tenía una doble fractura en la pata derecha trasera, en un momento había sido una fractura abierta, pero había cerrado en falso, con una tremenda infección añadida.


Esto nos da una idea aproximada de lo que debió sufrir todo ese tiempo, encerrada en un cercado, sin comida, para beber solo los charcos dejados por las lluvias (si llovía) y rodeada de pasto totalmente fuera de su alcance.

Sólo hemos de mirar las fotos para sentir rabia.

¿Qué crimen había cometido para ser condenada a esta terrible suerte de dolor y hambre?

No os voy a decir a qué condenaría yo a su propietario, pues es “políticamente incorrecto”, pero os lo podéis imaginar.

No pudimos hacer nada por “INKA” (nombre que figuraba en su cartilla y en la que sólo constaba la primera vacuna a los 6 meses), sólo darle un puñadito de alfalfa y que olisqueara unos hierbajos, que ni siquiera tuvo tiempo de disfrutar, pues el piadoso anestésico hizo efecto antes y la libró del sufrimiento y del hambre para siempre.


Por favor, amigos de los caballos, si veis casos de negligencia, de maltrato o de abuso, denunciad: ante el SEPRONA, los Mossos d’Esquadra, el Ayuntamiento pertinente, a nosotros o donde sea pero estos casos se tienen que acabar. Es imposible no verlos, preferimos una visita en balde que llegar demasiado tarde.

No creáis que son excepciones, desgraciadamente ocurren muy a menudo.

Tenemos una Ley de Protección Animal muy avanzada, ayudadnos a que sirva para algo. L.



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