sábado, 29 de noviembre de 2008

OS CONTARÉ UNA HISTORIA

Todo empieza con Leonor y su cruzada personal a favor del bienestar de los animales.


Desde joven involucrada en tareas de rescate y cuidado de perros, gatos y cuanto animalito se cruzara por su camino que estuviera abandonado, perdido, herido o en malas condiciones.

Por instinto natural ha sabido siempre comunicarse con ellos. Y es el dolor y la indefensión de éstos lo que la tiene insomne por las noches y lo que la saca de casa corriendo cuando la llaman porque hay algún animal en peligro, cruzando una carretera entre coches que no se detienen o heridos en un arcén.

Y la vida le ha ido llevando en su lucha diaria por todos esos animales que no tienen quien vele por ellos a dejar la ciudad y trasladarse a una casa de campo, con sus 5 caballos, sus perros, gatos y una cabra.



Pero a su paso fue dejando una semilla, entre sus amigas, y su preocupación en aquel momento se expone en esta frase: “¡Hay protectoras de perros , de gatos y de pequeños animales pero no hay ninguna que se ocupe de rescatar tantos caballos, burros, mulas que son explotados hasta la muerte, que son usados inmisericordemente por jinetes que consiguen trofeos con ellos y luego malvendidos a tratantes cuando las lesiones les pasan factura para acabar sus días en hípicas que los explotan dando clases durante todo el día , “tandas y tandas” siempre con la silla de montar puesta, con heridas en la zona de la cincha o en el lomo, con la boca lastimada por tantos tirones de inexpertos que los tratan a patadas cuando el cansancio les impide ser “ agiles y dispuestos” o abandonados dentro de un box a oscuras porque sus amos tienen otro caballo más joven o más bonito o que salta más alto!


Esta idea le perseguía, y tanto darle vueltas vueltas consiguió involucrar a amigas y conocidas para que se unieran en la tarea de formar una asociación de ayuda a los équidos.

No es que su vida hubiera cambiado desde entonces, ella seguía recogiendo perros abandonados, gatos famélicos que se encontraba por la calle y todo tipo de animales heridos, pero aparte de esto su casa se convirtió en el Refugio de los primeros caballos que se pudieron recoger al principio muy lentamente porque las administraciones ponían muchas trabas, no había conciencia social de que los caballos estuvieran necesitados de ayuda.



Y así empezó ADE recogiendo un poni llamado Sandy, o juntando dinero para comprar unos burritos famélicos de una explotación cercana o enviando cartas a las hípicas donde se abusaba de caballos viejos que ya daban todo lo que podían y se les pedía más y más.

Y haciendo viajes y más viajes para constatar que las llamadas tuvieran una base cierta, o poniendo denuncias y más denuncias ante el Departamento de Protección animal de Medio Ambiente, para intentar que pusieran los medios y se involucraran en el rescate.


El dinero era poco y los gastos inmensos.

Dos años más tarde, Fundación Altarriba se interesó por tener un departamento de équidos, y ADE se integró con ellos.


Y los meses y las cartas y las denuncias de los conocidos se unieron a que Fundación tenia una organización mayor y una WEB y les conocía mucha gente, y fue entonces cuando la tarea se comenzó a desbordar porque a esto se unió el que tanto llamar a las puertas de las autoridades estas empezaran a hace caso y a decretar decomisos por maltrato animal.



Leonor seguía en su “Castillo” en realidad molino de un castillo, sólo que ahora le llegaban caballos en grupos de 6, 10, 14 o 27 que cuando se recuperaban del hambre y las heridas eran dados en adopción….y así un día y otro.


Y ella siempre alegre y entregada curándoles sus heridas externas, consiguiendo que aumentaran de peso, aún en los casos en que nos preguntábamos “como podía mantenerse de píe ese caballo”


Y también poniendo cariños para acabar con sus “heridas internas”, hasta lograr que sus ojos volvieran a brillar.



No por esto a dejado de sufrir tanto por perros en el corredor de la muerte (se siguen eutanasiando muchos) como por cotorra, hurones, conejos, cabritas o gatos enfermos, abandonados dentro de cajas de cartón en la puerta de su casa. Ni llorando por tantas desgracias a las que están sometidos.


Y su carácter alegre a sido sometido a muchas pruebas, ha tenido recaídas y pasado muchos malos momentos pero está allí para cualquier animal que la necesite.


Fue la inspiradora y sigue siendo el alma de ADE.





2 comentarios:

Unknown dijo...

Es maravilloso que exista gente como tú Leonor. Haría falta mucha más con esas características para acabar con tanto maltrato, explotación y abusos a esas pobres inocentes criaturas que no pueden pedir justicia. Es preciso despertar la bondad, la sensibilidad y un poco de altruismo en el ser humano. Solo asi tendremos un mundo más justo y con mucho menos violencia.

Unknown dijo...

Ojala existieran muchisima mas personas como tu,seguramente el mundo iria mucho mejor de lo que actualmente va.
Gracias por tu labor!!!!